No está muerta.

Sigue allí, sigue viva, respirando, día tras día, hora tras hora.
Cada día cuesta más, pero una persona solo deja de caminar cuando ya no tiene fuerzas.
Mientras pueda, seguirá.Cultivando un corazón roto, unido por cadenas, unido por rabia y rencor.
Solo está esperando a que llegue la persona indicada, y cuando eso pase, las cadenas se romperán, y volverá a florecer ese jardín de sonrisas y besos.
Ese jardín que alegra vidas, y te hace ser feliz. Ese jardín que está lleno de sorpresas, lleno de amor, de odio, de una mezcla de sentimientos que te vuelve loco.